Este poema de Cynthia Franco te hará cruzar la frontera

Este poema de Cynthia Franco te transportará a lugares fronterizos, lugares donde los mundos convergen recordándonos que el mundo es uno y evidenciando sus conflictos. Cynthia es una poeta de Tijuana que hace varios años decidió mudarse al entonces D.F., ahora Ciudad de México, siguiendo a la musa de la poesía. El poema de Cynthia Franco no pertenece exclusivamente al reino de los símbolos sobre la página. Ella, a través de la danza ha iniciado una sensibilización con respecto al lenguaje del cuerpo. Ha profundizado en cómo el cuerpo nos delata, en como dice la verdad mientras que baja la mirada y se encorva, haciéndose pequeño, juguetea con un objeto entre los dedos sin apenas pensarlo; luego, rectifica, inhala fuerte, se expande, saca el pecho, se yergue, mira directo y es otro. En cómo el aliento que fundamenta la voz, se une al cuerpo que entonces aborda el mundo de los símbolos a través de las palabras. Es decir, el poema de Cynthia Franco es interdisciplinar.

Es por eso que tenemos en esta miniserie de mujeres y spoken word este poema de Cynthia Franco en voz de su autora para poder ofrecer al lector/escucha un atisbo de lo que es un poema cuando se vuelve un acontecimiento. Porque los poemas no sólo se leen, también suceden, los poemas no son sólo textos sobre las páginas, son experiencias. Los poemas no sólo viven en las bibliotecas, los poemas también se apersonan, están vivos y van cambiando conforme pasa el tiempo, haciendo de cada interpretación, una foto irrepetible, un momento en el tiempo que no volverá, un espacio que compartimos pero que se disuelve tras el acontecimiento.

Dale play a este poema de Cynthia Franco y recuerda cómo la poesía tiene el poder de ayudarnos a explorar el reino de lo intangible. Ese lugar donde también habitan las fronteras, que pueden resultarnos una abstracción cuando las vemos dibujadas en un mapa, pero cuya realidad nos atraviesa en carne viva como una daga.

La frontera

Amor

La lágrima del barro ¿la viste?

Era la migra: espejo negro

¿Cuántas, cuántos buscan a sus hijos desaparecidos?

Ahí, entre los muros

en la zona norte

desheredada: La frontera eres

refugiada en la roca y los vientos fríos

¿Dónde nacen los muertos amor dónde?

¿En el desierto acaso? ¿Naces en el ocaso Frontera?

¿Dónde te juntas? ¿De la montaña acaso? Hueles a Salvia en tu nostalgia

¿Cuántos mares arrullo para unir una lengua amor?

¿Cuántas cruces, cuánto cruzo?

¿Cuánta hambre, cuánta sed de familia?

¡To junt, to junt, to junt las fronteras! 

¡El eterno retorno, una siempre vuelve mamá, mamá una siempre vuelve!

¡Si tú migras, yo también me voy!

Trataron de pararme en la frontera

Trataron de pararme en la frontera

No hay visas para los de su tipo, no, no, no*

De dónde eres me han preguntado

De todas partes, del no lugar, de la herida vengo

La frontera me dio el primer canto, me parí con el rostro del cielo que se hunde

Tan violento como su amor

To junt el amor tuve que odiar y no acordarme

Al sur migran las aves dicen

pero yo creo que siempre vuelven al norte, a la raíz que crece hacia abajo 

y sin tierra no 

De donde el viento trae el llamado de la eterna muerte, la eterna sombra

somos las ixcuinan, las del norte

estamos pariendo que la poesía nos ampare canto

Virgen de la madrugada, dame claridad y tranquilidad

lucero de la mañana dame luz y dame calma*


 junto las fronteras, canto.

Crédito en orden:

*Canto Bestia Presa de Absynthia Ígnea

*Canto de Mateo Kingman

Si te gustó este poema, recomiendo echarle un vistazo a este poema de Jimena González para que recuerdes que el amor no debe doler.

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